Las princesas de Disney forman parte de la cultura pop y son personajes muy populares y queridos tanto por adultos que crecieron con ellas, como por niñas y la historia de cada una de ellas ha sido llevada a la pantalla grande y han logrado ser un éxito de taquilla a nivel mundial.
Sin embargo, hay una característica particular en cada película animada y es que nunca o casi nunca aparece la mamá y la razón está directamente relacionada con la vida verdadero Walt Disney. Y es que Cenicienta, Blancanieves, La Bella y la Bestia y La Sirenita están en la lista de las películas animadas de Disney, en las que no aparecen las madres de las protagonistas, responden a diferentes razones.
En los casos de Blancanieves y Cenicienta, las madres ausentes son reemplazadas por madrastras malvadas, un tema clásico de cuento de hadas. Mientras tanto, en La Bella y La Bestia y la Sirenita, las madres simplemente están desaparecidas. Esta ausencia puede deberse a la pérdida de la madre del propio Disney.
Disney se quedó sin mamá
Las madres de las princesas faltan en la mayoría de las películas de Disney, pues según reveló Don Hahn, el productor en una entrevista de 2014, declaró que la mamá del propio Walt Disney, murió en un trágico accidente. Sin embargo, hay películas que eliminan las influencias maternas de las historias originales, para que los personajes enfrenten el conflicto más rápidamente. Por ejemplo, en La Sirenita de Disney se elimina un personaje de la abuela del cuento original de Hans Christian Andersen y se sustituye por un padre distante, aislado del apoyo familiar y la sabiduría de las experiencias maternas.
Como las películas tan solo duran entre 80 y 90 minutos, matar a los padres es una forma rápida y fácil de permitir que los personajes crezcan. La tendencia sigue a la alza y lo podemos ver en Frozen, donde Anna y Elsa enfrentan un rápido aumento de responsabilidad tras la muerte de sus padres en un naufragio.
Las películas a menudo son un reflejo de las propias experiencias del cineasta Walter Elias Disney y tal como Hahn comentó con Glamour, la madre del cineasta murió a principios de la década de 1940, justo después de mudarse a una casa que Walt compró para ella y su padre.La teoría de Hahn es que Walt pudo haberse obsesionado con la idea de que contribuyó a la muerte de su madre.