Una mujer sin hogar que vivía en Oregon, Estados Unidos, murió mientras tenía 884.407 mil dólares en dinero de herencia no reclamada en su cuenta bancaria. Cathy Boone falleció en enero del año pasado en un albergue, sin conocer la fortuna que le pertenecía.
La mujer de 49 años había estado viviendo en las calles, se cree que tenía problemas de salud mental y de drogas, lo que la desconectó de la realidad, según contó su padre al sitio KGW News .
La historia ha salido ahora a la luz después de que su padre (Jack Spithill) concediera una entrevista en la que cuenta que la depresión de su hija comenzó cuando su madre enfermó, ahí cayó en el abuso de drogas.
Su madre terminaría falleciendo dejándole la fortuna, que nunca pudo reclamar.
Después de la muerte de su madre, un juez de la corte ordenó que se entregaran $ 884,407 de su patrimonio a Cathy en 2019. Las autoridades intentaron todo para contactarla, y cuando no pudieron rastrearla, la fortuna fue enviada para ser retenida en un banco esperando que Cathy se presente y lo reclame.
Sin embargo, seis meses después de que la corte le otorgó el dinero, Cathy desarrolló problemas respiratorios mientras se encontraba en el Astoria Warming Shelter en Oregon y luego murió en el hospital.
Cathy, quien creció en el área de Portland u Oregon, luchó con su salud mental después de que sus padres se separaron cuando ella era joven.
Su padre, que se volvió a casar en Texas, agregó: ‘Lo atribuyo casi todo a las drogas, pero creo que ella también tenía algunos problemas de salud mental y la combinación de los dos no le funcionó muy bien’
Durante muchos años, Cathy se ofreció como voluntaria en un café en Portland antes de mudarse a Astoria, donde vivía su madre. En 2016, la madre de Cathy, Patricia Lupton, falleció, lo que provocó que Cathy recayera en el abuso de drogas, según Spithill.
Los registros judiciales muestran que después de la muerte de su madre, un abogado y un representante personal asignado al patrimonio de su madre intentaron localizar a Cathy para informarle.
Incluso se contrató a un investigador privado para rastrear a Boone, pero no pudieron encontrarla. Como resultado, el dinero no reclamado – $us 884,407 en total – que fue transferido a cuentas federales.
Boone estuvo viviendo en las calles de la localidad de Astoria, donde solía acudir a un refugio local. En enero del año pasado se empezó a sentir mal, sufriendo problemas respiratorios, por lo que fue trasladada al hospital, donde falleció días después. Los que la conocían la describen como una persona “buena y especial”, y no tienen claro si llegó a saber de la herencia o si no sabía como obtenerla.
//Metro.uk