Le fue infiel a su marido con un indigente y dijo: que “fue una señal de Dios”

El hecho involucra a la reconocida influencer Sandrinha Mineirinha, y su pareja Eduardo Alves, quien la encontrara supuestamente teniendo relaciones íntimas con un indigente al interior de un vehículo en Brasilia.

Alves llego hasta la Escuela Primaria Parroquial, donde Mineirinha hace trabajo comunitario, debido a que pasaban las horas y no llegaba. En el sitio vio su vehículo estacionado, se acercó y fue cuando se percató de que su esposa estaba besando a otro hombre.

Eduardo estaba furioso y golpeando el carro, logró sacar al otro sujeto hasta arrastrarlo a la calle, propinándole varios golpes, porque supuestamente pensaba que su esposa era abusada sexualmente.

Sin embargo, su esposa más tarde le reveló que había sentido una “señal por parte de Dios, para que ayudara al indigente”.

El indigente fue llevado al hospital. Tenía moretones en la cara y tenía los dos ojos morados. A pesar de esto, Eduardo fue puesto en libertad tras su declaración. Incluso, en su Instagram pidió disculpas por lo sucedido.

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“Veo que los hechos se han transmitido de manera errónea, y en este momento la preocupación debe ser su salud, incluso porque está hospitalizada. Sandra siempre ha sido una mujer honesta, trabajadora, tenemos actividades profesionales y niños pequeños. Lo que pasó el miércoles pasado fue algo terrible que nunca habíamos vivido. Mi mujer está recibiendo apoyo clínico y psiquiátrico, según el protocolo de atención a este tipo de violencia”, sostuvo Alves.

Según él, la mujer estaba en un brote psicótico y, por tanto, no habría habido una relación extramatrimonial consentida, sino una violación.

El caso, sin embargo, no fue registrado de esta forma ante la Policía Civil del Distrito Federal (PCDF), que sigue investigando el hecho.

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Lo que la policía sabe sobre el caso

La Policía Civil del Distrito Federal trabaja con dos hipótesis en el caso. La corporación investiga si el vagabundo golpeado fue víctima del esposo traicionado o si estaba violando a su esposa.

Ella, a su vez, afirma que “vio el rostro de Dios y de su esposo” en el hombre. “Le quité el cigarrillo de la mano y le dije: ya no vas a fumar […] porque ya estás curado”, contó.

Luego de que el caso se viralizara en internet, Eduardo y Sandra se deshicieron de las redes sociales. Él es entrenador personal en una gran red de gimnasios en Brasilia, mientras que Sandra, como se puede ver en uno de sus últimos registros en la red, trabaja como revendedora de ropa para mujeres, hombres y niños en una tienda que ella nombró “Pimenta e Pimentinha”, actividad en la que también cuenta con el apoyo de su marido.

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La página del negocio en Instagram, donde se podía ver fotos de los dos como modelos de la ropa, fue eliminada.

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